Post by omgs on Nov 3, 2011 8:09:36 GMT 1
El anuncio del referéndum griego tiene mucho truco. Como consecuencia de la definición en un ámbito de democracia participativa, actualmente un referéndum es un mecanismo que lo único que aporta al sistema es una falsa sensación de democracia, y esto es por muchos motivos:
Por otro lado, y dentro del sistema de democracia parlamentaria (o representativa), el hecho de estar casi en una dictadura y tener la posibilidad de participar en un referéndum es como una especie de resquicio de aire, pero este aire no es fresco, sino que según las circunstancias, puede estar más o menos contaminado, y este caso no es una excepción. Con esto, volvemos al tema del chantaje y falsa sensación de democracia.
Dentro del significado de un referéndum en sí, y éste en especial, es un arma de doble filo. En primer lugar, teóricamente "no-malo" por el tema del resquicio de aire. Por otro lado, teniendo en cuenta la situación actual de Grecia, se convierte en una trampa mortal porque:
Por todo eso, es muy peligrosa la situación, pero en cualquier caso, aunque se pueden sacar las conclusiones negativas mencionadas, también se pueden sacar positivas, y haciendo hincapié en ellas, dar un paso hacia un sistema más democrático.
Uno de los grandes problemas, quizás el principal, del sistema representativo (que no olvidemos que en España está reconocido oficialmente por la constitución como "Monarquía parlamentaria"), es la falta de concienciación ciudadana del déficit democrático que este sistema tiene, y con los puntos anteriores, tal vez sirva para que muchos ciudadanos por fin se den cuenta de las deficiencias del sistema representativo. Y lo más importante, si los ciudadanos son demócratas DE VERDAD, estarán abiertos a buscar soluciones para paliar esas deficiencias. No se puede generar reflexión si no hay un mínimo interés por intentar mejorar algo que va mal, y mal vamos si no mostramos en primer lugar el mal que hay que mejorar.
Hay que buscar e identificar los mecanismos que, como el referéndum, provocan una falsa sensación de democracia, y ponerlos al descubierto, usando la exposición de información sobre sus carencias, incluso en contraposición con las virtudes que puedan tener.
- Un referéndum no nace de la voluntad del pueblo, sino de la voluntad del presidente (ni siquiera de una cámara)
- Un referéndum es un chantaje en sí mismo, porque se limita a una pregunta que establece quien lo propone, y lo hace bajo sus términos y condiciones.
- Un referéndum no suele tener carácter vinculante.
- Incluso los resultados de un referéndum se pueden manipular, sobre todo si las opciones propuestas eran ambiguas de origen, sin lugar a debate ni matices. Sólo hay que recordar el de la OTAN.
Por otro lado, y dentro del sistema de democracia parlamentaria (o representativa), el hecho de estar casi en una dictadura y tener la posibilidad de participar en un referéndum es como una especie de resquicio de aire, pero este aire no es fresco, sino que según las circunstancias, puede estar más o menos contaminado, y este caso no es una excepción. Con esto, volvemos al tema del chantaje y falsa sensación de democracia.
Dentro del significado de un referéndum en sí, y éste en especial, es un arma de doble filo. En primer lugar, teóricamente "no-malo" por el tema del resquicio de aire. Por otro lado, teniendo en cuenta la situación actual de Grecia, se convierte en una trampa mortal porque:
- Sea cual sea el resultado, a ver qué SOLUCIÓN REAL aplica Grecia para salir de la crisis.
- Si sale que sí, y Grecia acepta el rescate (independientemente de la quita que se le conceda), como el rescate sólo va a servir a Grecia para que se endeude más, el resultado se puede manipular en el sentido de "para qué sirve consultar al pueblo (=democracia), si haciendo lo que dice, no sirve para nada".
- Si sale que no, y no se acepta el rescate, se aplica el primer punto. Si los políticos (como es lo normal) no aceptan soluciones distintas a las neoliberales, se entraría en un bucle de cuestionamiento de la legitimidad de la soberanía y sabiduría popular, lo que conllevaría a sentimientos antidemocráticos, y retroceso de la democracia.
- Más todavía. Si sale que no, pero se acepta el rescate (¿alguien se atreve a apostar?), los sentimientos encontrados pueden ser indescriptibles desde el punto de vista democrático, y prefiero no profundizar, porque me podrían estallar las neuronas.
- Y por último, la megarrevolución podría surgir si sale sí (sobre todo si es manipulado) pero existe un sentimiento férreo contra ello, tanto por la posible manipulación como por las consecuencias catastróficas que conlleva y, a pesar del resultado, y aunque pueda parecer antidemocrático (en dicho instante, ¿quién podría dar lecciones de democracia a quién?), usar todos los mecanismos de presión popular para impedir que se lleve a cabo el rescate.
Por todo eso, es muy peligrosa la situación, pero en cualquier caso, aunque se pueden sacar las conclusiones negativas mencionadas, también se pueden sacar positivas, y haciendo hincapié en ellas, dar un paso hacia un sistema más democrático.
Uno de los grandes problemas, quizás el principal, del sistema representativo (que no olvidemos que en España está reconocido oficialmente por la constitución como "Monarquía parlamentaria"), es la falta de concienciación ciudadana del déficit democrático que este sistema tiene, y con los puntos anteriores, tal vez sirva para que muchos ciudadanos por fin se den cuenta de las deficiencias del sistema representativo. Y lo más importante, si los ciudadanos son demócratas DE VERDAD, estarán abiertos a buscar soluciones para paliar esas deficiencias. No se puede generar reflexión si no hay un mínimo interés por intentar mejorar algo que va mal, y mal vamos si no mostramos en primer lugar el mal que hay que mejorar.
Hay que buscar e identificar los mecanismos que, como el referéndum, provocan una falsa sensación de democracia, y ponerlos al descubierto, usando la exposición de información sobre sus carencias, incluso en contraposición con las virtudes que puedan tener.